Martinu y Dutilleux: Doble conciertos
Orquesta Filarmónica Checa / Semyon Bychkov

Grabado en vivo en el Rudolfinum, edificio sede de la Orquesta Filarmónica Checa, en la ciudad de Praga, este programa bien podría identificarse con su título de fantasía de "Tres veces doble", pues está integrado por dos dobles conciertos, compuestos por Bohuslav Martinů, a los que se añade la Sinfonía Nº 2 de Henri Dutilleux, conocida como "La doble".

El doble concierto encuentra sus orígenes en el barroco. Comparte la estructura del concierto clásico, con la diferencia de que la parte solista es compartida por dos instrumentos. El compositor checo Bohuslav Martinů (1890-1959) es el autor de los dos conciertos aquí incluidos. Pupilo de Albert Roussel en París, en la obra de Martinů convergen distintas influencias, desde el impresionismo francés y el neoclasicismo de Stravinsky hasta el jazz y el gospel. Su estilo es ecléctico, pero una característica repetida en sus composiciones orquestales es la presencia del piano. En este caso, el primero de los trabajos incluidos es el Doble concierto para dos orquestas de cuerdas piano y timbales, con la participación solista de Ivo Kahánek y el percusionista Michael Kroutil. Luego sigue el Concierto para dos pianos y orquesta, con la participación de las destacadas hermanas Katia y Marielle Labèque, quienes completan su presentación con un bis a cuatro manos: Le jardin féerique de Maurice Ravel.

La segunda parte del programa está dedicada al francés Henri Dutilleux (1916-2013) y su Sinfonía N° 2 "Le Double". Dutilleux fue uno de los compositores franceses más importantes de la segunda mitad del siglo XX, heredero de la tradición iniciada por Debussy, Ravel y Roussel, pero con un estilo distintivo. Su producción es relativamente escasa -apenas treinta obras- pero su calidad y originalidad musical resultan indiscutidas. Su segunda sinfonía fue completada en 1959, respondiendo a un encargo de la Fundación Koussevitzky para el 75º aniversario de la Orquesta Sinfónica de Boston. El trabajo está escrito para orquesta y un segundo grupo concertante integrado por oboe, clarinete, fagot, trompeta, trombón, un cuarteto de cuerdas, celesta, clave y timbales. Estructurada como un concerto grosso barroco, la sinfonía hace alternar el tutti orquestal con este segundo grupo instrumental, situado en torno del director y delante del resto de los músicos, haciendo a veces el rol de un espejo y otras complementando la orquesta.

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