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Piotr Ilych Tchaikovsky: Sinfonía Nº 5 / Orquesta de La Bella Música

Piotr Ilych Tchaikovsky: Sinfonía Nº 5 / Orquesta de La Bella Música

Cuando Tchaikovsky estrenó su Sinfonía N° 5 en San Petersburgo, el 6 de noviembre de 1888, habían transcurrido once años desde la presentación de su anterior trabajo en el género, la Sinfonía N° 4 Op. 36. En ese lapso también habían tenido lugar su desastroso matrimonio con Antonina Ivanovna Miliukova, su tentativa de suicidio en las heladas aguas del Río Neva y el alejamiento de todo durante su viaje a Suiza. Había sido un período de escasa producción artística, pero en marzo de 1887 el compositor finalmente volvió a sentirse dueño de sí mismo y comenzó a proyectar una tournée de conciertos. "Mis nervios se han fortalecido y algunas cosas que hasta hace poco parecían absolutamente imposibles están comenzando a tomar visos de realidad", escribía por entonces.

Sin embargo, y a pesar de que el público le seguía manifestando su apoyo, le costó un enorme esfuerzo reanudar su labor creativa. Esta quinta sinfonía representa una paradoja en la vida del compositor: por una parte es la clara señal de que el músico se encontraba todavía en la cima de su capacidad creativa, pero él mismo no lo lograba ver de esta misma manera: "Mi inspiración flaquea", confesaba amargamente. "Hay en esta sinfonía algo falso, una chatura y falta de sinceridad que me repelen y que el público no puede dejar de percibir. ¿Habré agotado definitivamente mi capacidad creadora?" Definitivamente no era así, por supuesto.

La Sinfonía Nº 5 en Mi menor se divide en cuatro movimientos: I Adagio-Allegro con anima; II Andante cantabile con alcuna licenza; III Allegro moderato; IV Andante maestoso- Allegro vivace. Si bien no se trata de una obra programática, hay detrás de ella una línea temática vinculada con lo imponderable. La obra presenta una forma cíclica con un tema que se va repitiendo como leitmotiv. Este tema, representativo del destino, es referido en los anotadores del compositor como un hito ante el cual sólo cabe pararse con resignación, aunque también aparece planteada una redención expresada en la posibilidad de arrojarse en brazos de la fe. La instrumentación es la usual: tres flautas, las demás maderas a dos, cuatro trompas, dos trompetas, tres trombones, tuba, timbales y cuerdas.

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  • Orquesta Sinfónica de La Bella Música


  • Patricia Pouchulu


  • Piotr Ilych Tchaikovsky: Sinfonía Nº 5 Op. 64 en Mi menor


  • Piotr Ilych Tchaikovsky


  • 01:07:02


  • Teatro Avenida, Buenos Aires, Argentina