Vivaldi & Piazzolla: Las cuatro estaciones

Un compositor barroco italiano, nacido en Venecia: Antonio Vivaldi (1678- 1741) y un compositor argentino del siglo XX, nacido en Mar del Plata: Astor Piazzolla (1921-1992). Más allá de las obvias diferencias en tiempos y geografías, un mismo elemento de inspiración en común: las cuatro estaciones del año.

Vivaldi concibió las suyas a la manera de cuatro conciertos para violín, en tres movimientos cada uno, que integran un ciclo más amplio, su opus 8, titulado Il cimento dell'armonia e dell'inventione. Cada uno de los conciertos está basado en un poema que describe cada una de las estaciones, sentando un claro antecedente de lo que más tarde será un género típicamente romántico: el poema sinfónico.

Por el lado de Piazzolla, a quien el lenguaje barroco no le resulta ajeno, su inspiración está puesta en Buenos Aires, una ciudad muy relacionada con su amor por el tango. En su caso la obra no nace concebida como un ciclo: primero compone Verano porteño, en 1965, como música incidental para una película titulada Melenita de Oro, de Alberto Rodríguez Muñoz. Recién en 1969 continúa con el Otoño porteño, y completa la serie al año siguiente, con las dos estaciones restantes.

En un formato reducido, adecuado a este repertorio, la Orquesta Real del Concertgebouw reúne estos dos ciclos en un mismo concierto, con la participación solista de dos de sus más notables violinistas, Vesko Eschkenazy y Liviu Prunaru, quienes además toman además la tarea concertante, pues es costumbre de esta orquesta presentarse sin director.

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