Yuja Wang en Verbier
Brahms, Chopin, Stravinsky

Nacida en 1987 en Beijing, la joven pianista china Yuja Wang es considerada una de las mayores revelaciones musicales de los últimos tiempos. Ha logrado alcanzar el reconocimiento internacional a través de sus presentaciones en los teatros y festivales más importantes del mundo. Y en alguna medida esto también tuvo que ver con su manera de romper los protocolos del mundo de la música clásica, subiendo al escenario con una actitud radicalmente sensual.

El presente recital, registrado en el prestigioso festival de Verbier, ofrece un programa integrado por tres obras. La primera es de Johannes Brahms: las Variaciones sobre un tema de Paganini, compuestas entre 1862 y 1863, y descriptas por el compositor como “Estudios pianísticos”. Brahms se aleja aquí de su lenguaje más característico, para incursionar en una escritura particularmente virtuosística. Luego sigue la Sonata Nº 2 Op. 35 de Frédéric Chopin, una obra que algunos críticos han calificado de desproporcionada, pero que tiene un enorme interés musical. Este trabajo alberga una de las páginas más famosas de Chopin: su célebre Marcha fúnebre, compuesta en 1837 como una obra independiente, aunque dos años más tarde quedó añadida como parte de esta sonata.

Finalmente, el programa termina con los tres movimientos de la suite Petrouchka, elaborada por Igor Stravinsky para Arthur Rubinstein, a partir de la música de su ballet homónimo, en un arreglo pianístico de enorme dificultad, que incluye complejos pasajes polirítmicos, escalas extremadamente veloces, múltiples glisandos y trémolos, que son abordados por Yuja Wang con su característica destreza.

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