Evgeny Kissin
Sonatas de Haydn y Beethoven

Evgeny Kissin es uno de los más talentosos y reconocidos pianistas rusos de la actual generación y una figura habitual dentro de la programación del Festival de Verbier, en Suiza, uno de los más prestigiosos encuentros de música clásica en todo el mundo.

En este caso Kissin ha optado por un programa integrado por dos sonatas que le permiten demostrar su particular personalidad musical y sobre todo su virtuosismo, no sólo técnico sino también interpretativo.

La primera de estas sonatas, de Franz Joseph Haydn, se inscribe dentro del clasicismo. Se trata de la Gran Sonata para fortepiano en Mi bemol Mayor, compuesta entre 1789 y 1790, que marca el principio del estilo de mayor madurez de Haydn. La obra se articula en tres movimientos: un Allegro inicial, un Adagio cantabile intermedio y un Menuetto final.
El segundo trabajo, ya dentro del contexto romántic, es la Sonata Nº 32 Op.111 de Ludwig van Beethoven.

Su interpretación deja en claro los motivos por los cuales Kissin es considerado uno de los más grandes pianistas del presente. Compuesta entre 1820 y 1822, esta es la última sonata para piano que llega a escribir Beethoven y también una de sus últimas obras para el piano. Esta sonata consta de solo dos movimientos.

El primero, Maestoso: Allegro con brio ed appassionato, rememora la conocida Sonata Appassionata, y si bien responde a la forma sonata, presenta elementos fugados, temas entremezclados y una reexposición bastante poco convencional, que marca el alejamiento del estilo clásico. El segundo, Arietta: Adagio molto, semplice e cantabile, es un tema con variaciones. Esta versión de Kissin es indispensable para cualquier amante del arte pianístico.

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