Mauricio Kagel / Diana Theocharidis
Zwei Akte

Hay una historia mínima en Zwei Akte (Dos actos, 1988) y de algún modo esa historia está encerrada ya en su título: además de su sentido teatral (acto), la palabra alemana Akt alude también al coito y a la desnudez. Mauricio Kagel había indicado que la pieza podía interpretarse tanto en versión de concierto, como con dos actores. El compositor parte de la consideración de los dos instrumentos involucrados, el arpa y el saxofón, como paradigmas de lo femenino y lo masculino respectivamente. También afirma que estos dos instrumentos constituyen una rara formación, y entonces es como si el hombre y la mujer hablasen dos idiomas diferentes. El argumento de esta pieza nos presenta a un hombre y una mujer que acaban de tener relaciones en el depósito de vestuario de un teatro y que, en el transcurso de la obra, se visten. Es como un strip-tease, pero al revés.

Esto sucede acompañado de los rituales propios de cada género, sin un ánimo particularmente erótico. Desde el punto de vista musical, el saxofón y el arpa van perdiendo los roles que se les habían atribuido inicialmente y toman continuamente la expresividad y el carácter de su partenaire. La expresión del dúo instrumental acompaña la alternancia entre la proximidad y la lejanía que se refleja en la puesta en escena, realizada por Diana Theocharidis. El drama se da en paralelo en la dimensión musical y en la acción: una mujer y un hombre, recostados en un diván, que empiezan a vestirse, dominados por la flojedad que sobreviene después del sexo. Sin embargo, el conflicto se da entre lo consumado y la posibilidad de que algo ya no pueda volver a consumarse.

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