Gioacchino Rossini:
Petite Messe Solennelle

La Pequeña Misa Solemne de Gioacchino Rossini, escrita en el año 1863, fue descripta por su propio compositor como “un último pecado de vejez”.
Rossini no era un hombre particularmente religioso, y en rigor de verdad el título de esta obra no deja de tener cierta pretensión humorística: la misma en cuestión no es pequeña, ni mucho menos solemne, sino que responde al discurso musical que le resultó natural a su autor. Tampoco tiene, más allá de su condición misal, un contenido que sea fuertemente litúrgico.
El propio Rossini reconoce todo lo dicho con estas palabras: "Mi buen Dios, te ofrezco esta pobre y pequeña misa que acabo de componer. ¿Será en verdad música sagrada, o no tendrá también algo de sacrílega? Lo sabes bien, yo nací para la ópera cómica: poca ciencia, un poco de corazón, y ya está. De todos modos te ofrezco esta obra y te pido que me concedas el Paraíso."
El trabajo de Rossini evita toda opulencia sentimental y se aleja así de la mayor parte de las obras litúrgicas de su tiempo. La primera versión de la obra estuvo instrumentada para dos pianos y harmonio. Posteriormente Rossini realizó una versión orquestada, que se estrenó tres meses después de la muerte del compositor, cerca de la fecha en que hubiese cumplido 77 años.
La versión que aquí se presenta ofrece la mirada siempre lúcida de Riccardo Chailly al frente de la Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig.

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